Presentación
Con sueños que se hicieron realidades, llegué a la anhelada Patagonia.
Y me entregué… a vivir de la única forma que tengo, de manera responsable y sincera.
Pero nunca abandoné los sueños y ellos mañana, quizás, como seres vivos, serán aves inquietas, veloces, imprevistas y audaces.
Tal vez, mis sueños me conviertan en jarillas al viento, quizás sea piedra, sendero o silencios de negras noches… no lo sé.
Quizás las cosas que no dije, me conviertan en voces y aúlle en el viento que barre las mesadas.
Pero mis palabras escritas, pueden ser muchas cosas juntas, quizás la lectura de algún niño, quizás alguien, allá a lo lejos, se refleje en ellas y sienta que él mismo podría haberlas escrito…
Ellas independientemente seguirán su camino.
Escribir, no puedo dejar de hacerlo, y ahora participo en este nuevo proyecto de nuestro Grupo de Escritores Independientes y me doy cuenta de algo más… seré siempre un Avefénix, porque siempre resurgiré de mis propias cenizas.
Llueve…
En esta tarde aletargada y gris,
la lluvia me dijo cosas
que murmuró en mis oídos.
Con manso calor acarició mi alma.
Entonces,
me sentí renovada y libre,
fui, un ave más en una bandada
bulliciosa y ligera en el cielo diáfano,
dibujando signos y palabras
con cada giro elegante y sobrio.
Desde niña, la lluvia amiga,
prepara un concierto sólo para mí,
y yo me entrego a imaginar
canciones de gotas repiqueteando
en cornisas, techos y balcones.
Pero en esta tarde, me trajo sentires,
describió tu soledad y mi cansancio,
arrancó hojas amarillas pegándolas
en el cristal de mi ventana.
La lluvia me dijo cosas…
y yo le contesté: quiero luchar.
La vida continúa gota a gota,
como agua caída del cielo,
y esta lluvia de hoy…
está lavando mi alma.
……………
Ada Ortiz Ochoa
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